Cuando rondan en tu cabeza
casi miles de preocupaciones
y hasta no sabes con certeza
todas las posibles soluciones.
Rogás a Dios y te refugias sólo en Él
aunque te siga el desaliento y el dolor.
La angustia te persigue como un cascabel
y la realidad resulta sin color.
Vivís tu historia día a día,
poniendo en el futuro la esperanza.
Andas y desandas con apatía
aunque creyendo que todo se alcanza.
Las decisiones giran en tu mente.
¿Es el tiempo justo ahora?.
¿Quién lo sabe verdaderamente?
Es cuestión de actuar sin demora.
Y quisieras como niña pequeña
amapararte en tu Ángel de la Guarda
para sentirte de tu vida dueña
bajo su ala que te resguarda.
Sacas de vos la heroína dormida
para concretar los sueños.
Decisiones que cambien la vida
y convierten en realidad los ensueños.
MARCELA 31-05-2011 Copyright
D.R.A.