Una niña y su abuelo que vivían en un pueblo rodeado de vegetación tenían la costumbre de salir a caminar y contemplar la naturaleza e incluso pescar en el río o lagunas cercanas.
Para ella esas caminatas eran un mundo de aprendizaje pues escuchaba a su abuelo la leyenda de cada planta y de cada animal que veían.
- Somos uno más de esta cadena de vida- le decía.
- ¿ Cómo es eso abuelo?
- Mi niña, nosotros dependemos de todo esto que nos rodea, algunos por alimento y otros porque si dejaran de existir nuestro planeta se convertiría en un desierto. Nuestro deber es cuidar y respetar todo lo que nos fue dado para que continúe siendo fuente para todas las generaciones.
No solo le enseñaba esto sino que además veía como su abuelo hacia plantitas con semillas, esquejes e injertos para luego trasplantarlos o regalarlos.
La niña prestaba mucha atención a todo, más cuando su abuelo le explicaba que muchas plantas habían sido los remedios de sus antepasados.
Al regresar a su casa la niña escribía todo en un cuaderno y hasta dibujaba algunas plantas o animalitos.
Con el tiempo su abuelo falleció y si bien el vacío que sintió fue enorme, ella sabía que él estaba en sus cuadernos y en cada historia.
Un día, ya de joven, un incendio provocado por un hombre comenzó a quemar los alrededores de su pueblo y ella sabiendo todo lo que se perdería en tremenda tragedia se puso a la cabeza de un grupo de vecinos para ayudar en la tarea de combatir el fuego.
Fueron arduas jornadas de intenso trabajo hasta que todo fue sofocado y sabiendo lo necesario que era recuperar ese espacio organizó con un grupo de compañeros de estudios una visita a la zona para ver cómo podían reforestar el lugar. Ella sabía todo lo que su abuelo le había enseñado en esas caminatas.
Y fue así que junto a muchos del pueblo comenzaron a limpiar el lugar para devolver la inmensa riqueza que silente acompaña al hombre desde sus orígenes.
De a poco todos vieron como todo volvía a recobrar su aspecto anterior y más aún se encargaron de crear conciencia de que todos somos uno en el planeta y que nada haríamos sin nuestra Madre Tierra.
Marcela Barrientos 04/06/2022
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