"Ser o no ser esa es la cuestión",
será que Hamlet no usaba máscaras.
La disyuntiva era solo una decisión.
Sacar a la luz, romper la cáscara.
Hoy el mundo nos ofrece disfraces
para cubrir miserias y vanidades,
y así solo son cómplices y secuaces
de nuestras propias debilidades.
Máscaras que cubren responsabilidades
que no permiten ver el interior.
Caretas repletas de frivolidades
que solo te conectan con lo exterior.
No impiden la sensación de vacío
porque son solo pseudo soluciones,
que dejan las verdades en lo sombrío
para tratar de convencer con imitaciones.
Lo peor es creerse personaje
hacerlo tan cotidiano y creíble,
confundiendo lo real y sin coraje
de descubrir el yo más sensible.
Marcela Barrientos15/01/2013 Copyright
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