Llegaste a mi vida como un espejismo,
cuando el desierto se me hacía pesado.
Una irrealidad mezclada con optimismo ,
que prometía cambiar mi triste pasado.
Te fuiste un día así tan sutilmente,
que no creí fuera el cuento acabado.
Te esperé y aún lo hago,irracionalmente
con la mirada perdida en el cielo estrellado.
Te desnudé mi alma solitaria
con las heridas antiguas y profundas.
Creí en tu voz sensible y humanitaria,
que hoy esta ausente de mi mundo.
Entiendo que al fin ya decidiste.
Pero no pidas que me olvide totalmente.
No puedo apagar lo que encendiste
prefiero creer que no mentiste inútilmente.
Hoy sos como una visión invisible.
Un sueño tal vez muy imposible .
Un oasis en la lejanía visible
que todavía toca mi parte sensible.
MARCELA 07/09/2013
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