Jesús por tu Misericordia te entregaste.
Sin tener en cuenta el pecador,
con tu sangre nos liberaste.
Vía dolorosa y Vía de la Salvación
Soportaste espinas y latigazos.
Cargaste tu Cruz como Redención
y para morir abriste tus brazos.
Vía dolorosa y Vía de la Esperanza.
Tu dolor espera nuestra conversión
porque tu consuelo a todos alcanza
en el culmine momentode la Resurrección.
MARCELA BARRIENTOS 18/04/2014
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