Existió hace milenios la caja de Pandora
que repartió los males sin templanza.
Esos males que aún tienen fuerza destructora
aunque quedó dentro de ella la Esperanza.
Fue por la esperanza de un Nacimiento
que la humanidad goza de la caja navideña
cargada de alegría y buenos sentimientos
que se renuevan cada año y a nadie desdeña.
Y salen de la caja miles de deseos de colores:
azul de sueños y amistades con dorado de energía,
plateado de pureza e inocencia con rojos de amores,
verdes de esperanza y salud con violeta de misericordia.
Busco mis sueños en esa caja mágica
en un arco iris de deseos por cumplirse.
Busco la estrella con señal angélica
que ilumine la Nochebuena que ha de abrirse.
MARCELA BARRIENTOS 08/12/2014 ©
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