quienes guiados por una estrella brillante
llevaron presentes al Glorioso Vástago
nacido entre humildes ,siendo el Rey expectante.
Fue Melchor quien te dio oro,
resaltando ,de Jesús su humanidad.
Gaspar le entrego incienso como tesoro
y símbolo de su Santísima Divinidad.
Baltazar ,le trajo la mirra perfumada,
como pronóstico de su futuro sufrimiento.
Había nacido en Belén la promesa deseada
ya había llegado nuestra salvación y adviento.
Aún hoy continuamos esta celebración,
como emblema de la gran veneración
qu los Tres Reyes de Oriente en su manifestación
entregaron a la Sagrada Familia como adoración.
Recuerdo la noche del cinco de enero
de niña dejando mis zapatos,pasto y agua.
¡Cuánta magia en mis padres,que con esmero
continuaban la tradición tan antigua!.
Al amanecr,¡oh sorpresa!,lo fantástico
no había pasto ni agua,¡sólo mi zapato!
con regalos alrededor formando un abanico
y nuestra inocencia colamadas de un sueño grato.
MARCELA BARRIENTOS 05/01/2015 ©
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