Coincidencia o no ésto es lo que sucedió:
dos abriles distintos durante mi adolescencia
estuve en enferma cama con bastante tedio
a causa de sendas contagiosas dolencias.
Fueron dos abriles que me marcaron,
ya que conocí el placer de la lectura
y de ese encierro que sentía me liberaron
haciéndome sin mover vivir mil aventuras.
Con cada libro se abría mi imaginación.
Con ellos conocí personajes inmortales,
que me llevaron a un mundo de ilusión
y acompañándome en mis días de soledades.
Dos abriles en que leer fue mi ventana
para nuevos y bellos horizontes descubrir.
Dos abriles que durante sus ocho semanas
germinó en mi las ansías de querer escribir.
MARCELA BARRIENTOS 13/05/2015 ©
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ARGENTINA
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