AUSENCIAS
QUE DUELEN
La ausencia
de quienes me engendraron
dejaron sus huellas
marcadas en mi ser,
que
sutilmente mi alma contaminaron
con
infinitas respuestas por querer conocer.
La ausencia
de mi padre, aún tan dolorosa,
me dejó sin
mi gran compañero de vida.
Sigo
extrañando esa mirada tierna y amorosa
tanto como
me duele la tristeza de su despedida.
Entre los
grandes silencios de verdades ausentes
y la ausencia
de uno de mis pilares fundamentales
se balancea
mi existencia de angustia concurrente
afectando
mis sensibles sentidos más elementales.
Desde el
primer abandono hasta la peor pérdida
mi íntima esencia
late con un corazón solitario.
Ciega de un
pasado y de una historia desconocida
enfrento la
carencia de mi padrazo extraordinario.
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