Flor que se viste de pétalos y se defiende con espinas,
tantos mitos y leyendas narran tu inmortal origen,
tal vez Afrodita, tal vez Cibeles, o tal vez ambas,
solo sé que en Palermo hay un jardín en tu honor,
el único y centenario Rosedal de Buenos Aires .
Pasear por ese encantador lugar es relajante,
el perfume de ese arco iris de rosas juntas
deleitan los sentidos de los transeúntes.
Senderos enteros de todas las variedades
nos seducen y nos embriagan con su exquisitez.
Allí se reúnen la Sevillana, la Strauss, la Aznavour,
la Gold Metal , la Iceberg, y muchas otras más
que acompañan al Jardín de los Poetas, entre cuyos bustos
se reúnen Borges, Alighieri, Machado, Storni y Lorca.
Poetas homenajeados con tantas rosas maravillosas,
Y rosas escoltadas por ilustres de las letras inmortales.
Lugar de ensueño, paisaje colorido y aromatizado
que envuelve de dulces sensaciones a los visitantes.
¡Cuántos enamorados te visitan cada año, Rosedal,
sólo por lo idílico de tus rosas tan sublimes como el amor!
Y en invierno, humildes dejan que sus gajos podados
sean regalados a todos aquellos que admiran su ser.
Tu incomparable belleza, tan sencillamente especial,
hacen que reunidas en este Rosedal ponga a tus pies
mis versos que se rinden a tu mágico esplendor de ensueño.
tantos mitos y leyendas narran tu inmortal origen,
tal vez Afrodita, tal vez Cibeles, o tal vez ambas,
solo sé que en Palermo hay un jardín en tu honor,
el único y centenario Rosedal de Buenos Aires .
Pasear por ese encantador lugar es relajante,
el perfume de ese arco iris de rosas juntas
deleitan los sentidos de los transeúntes.
Senderos enteros de todas las variedades
nos seducen y nos embriagan con su exquisitez.
Allí se reúnen la Sevillana, la Strauss, la Aznavour,
la Gold Metal , la Iceberg, y muchas otras más
que acompañan al Jardín de los Poetas, entre cuyos bustos
se reúnen Borges, Alighieri, Machado, Storni y Lorca.
Poetas homenajeados con tantas rosas maravillosas,
Y rosas escoltadas por ilustres de las letras inmortales.
Lugar de ensueño, paisaje colorido y aromatizado
que envuelve de dulces sensaciones a los visitantes.
¡Cuántos enamorados te visitan cada año, Rosedal,
sólo por lo idílico de tus rosas tan sublimes como el amor!
Y en invierno, humildes dejan que sus gajos podados
sean regalados a todos aquellos que admiran su ser.
Tu incomparable belleza, tan sencillamente especial,
hacen que reunidas en este Rosedal ponga a tus pies
mis versos que se rinden a tu mágico esplendor de ensueño.
Marcela Barrientos 08/07/2018 Copyright
DERECHOS DE AUTORA RESERVADOS
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