ESCONDIDA
La luna traviesa quería
jugar a la escondida
pues ella bien sabía
de un buen escondite.
Le pidió a una estrella
que contara hasta cien
así podía llegar.
Uno, dos, tres,...cien
y la luna se escondió.
Nadie sabía dónde
salvo alguien que la vio.
Tras una cueva marina
la muy astuta se ocultó.
Buscaban y buscaban
las estrellas y los cometas.
Ella disimulaba silenciosa
sin saber que yo la observaba.
Cansados todos de rastrearla
se fueron a jugar a otra cosa
y abandonaron a la luna tramposa
tras la cueva oscura y secreta .
Marcela Barrientos 01-09-2022
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