Después de una larga metamorfosis
nacen con una belleza única y visible.
Su transformación es una gran apoteosis
que necesita de una entereza increíble.
Son desde siempre un ejemplo claro y preciso
de lo bello que
surge si tenemos paciencia.
Siempre al verlas me sentía como en un paraíso
Y correrlas con mis amigos una linda experiencia.
Dada su excesiva fragilidad han desaparecido
de muchos lugares que antes frecuentaban.
¡Hermosas mariposas que de una oruga han nacido,
Llévenme a esa infancia donde en el cielo volaban!
Añoro ver esa cantidad de mariposas al viento
que nos llenaba la vida de alegría y colorido.
Éramos atraídos por los traviesos movimientos
con los que jugaban en su alto vuelo recorrido
MARCELA BARRIENTOS 22/09/2014 ©
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