Nuestras velas están encendidas
para mantener iluminados los días
desde que nuestras almas están unidas,
celebrando elegirnos con alegría.
Apasionadas velas acorazonadas
que nos recuerda el compromiso
de tener nuestras vidas abrazadas
al amor que regalarnos Dios quiso.
Mantienen enrojecidos nuestros latidos,
uniéndonos en la fuerza del dulce deseo
que nos da abrigo y calor enternecidos.
entre las llamas que expulsan a Morfeo.
MARCELA BARRIENTOS 01/09/2014 ©
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