ADOPTAR
Hubo una vez
unos padres que no conozco,
no sé sus
nombres ni cuál era la situación
simplemente
sé que optaron darme en adopción
y a pesar de
mi incertidumbre de mis padres reconozco
que me han
dado el más grande amor desde el corazón.
Saber la
verdad me generó desasosiego,sí, lo admito
pero eso sí
jamás en mis íntimos sentimientos permito
dudar de que todo tiene un motivo, una causa, una
razón.
A la
distancia , a pesar de necesitar conocer mi historia,
sé que mi
vida tiene un sentido gracias al gesto magnánimo
de una
familia que con un gesto de amor incondicional sublimó
el verdadero
y profundo significado de la palabra Misericordia.
Mi consejo a
tantas parejas que no pueden tener hijos propios.
que hay
tantos niños a quienes ofrecer ser parte de su hogar
y es por
esos niños que a Dios Todopoderoso quiero rogar
y de sus
ganas de tener un vínculo de amor y contención me apropio.
Marcela
Barrientos 16/01/2018 Copyright
Derechos de
Autora Reservados
Argentina
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