: OBRAS DE MISERICORDIA
¿Alguien las recuerda?, son catorce en total.
Se dividen en corporales y en espirituales.
Son deberes humanitarios simples y concretos
que pueden ayudarnos a entender los Mandamientos.
Visitar al enfermo, cuidarlo si es necesario, lo ideal.
Dar de comer al hambriento y de beber al sediento.
Dar hospedaje al que lo necesita, vestir al desnudo.
Visitar a los presos y enterrar a nuestros muertos.
Deberes que podríamos llamarlos de humanidad,
que dejamos de hacer por muchos motivos injustos.
Enseñar al que no sabe, es una de mis tareas favoritas
con la que me siento muy a gusto, abrir las mentes
para hacer personas útiles para la sociedad actual.
Dar consejo al que lo necesita y corregir al equivocado,
siempre que se hagan con el debido respeto y caridad,
pues nunca se ha de abusar de ninguna debilidad.
Uno difícil, perdonar al que nos ofende, ¿imposible?,
si tuviéramos en cuenta que nosotros también ofendemos
y muchas veces necesitamos que nos perdonen, tal vez,
lo veríamos como algo más natural y también posible.
Consolar al triste, otra obra que necesita de mucho amor,
tanto como tener paciencia ante los defectos ajenos,
y rezar, siempre rezar por todos, los vivos y los difuntos,
no necesariamente desde alguna religión específica,
elevar una oración es dialogar con Dios con el corazón
abierto.
Así como San Francisco de Asís nos decía con sabiduría:
“Empieza haciendo lo necesario, después lo posible
y de repente te encontrarás haciendo lo imposible”
Marcela Barrientos 09/04/2018 Copyright
Derechos de Autora Reservado
Argentina
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