QUERIDO PAPÁ:
Hoy hubiera sido tu cumpleaños,
pero hace un año que partiste.
Tu ausencia no es motivo de olvido
porque compartí cuarenta y nueve años
que me dejaron huellas imborrables:
tu humildad y todo lo que luchaste
en una vida plena de noventa y cuatro años,
donde solo te dejaste vencer al final
cuando los dolores eran cada vez más fuertes
y en tu mirada la tristeza de la despedida.
Pero yo hoy quiero recordar los otros años,
esos que con coraje enfrentaste desde niño.
¡Gracias papá, donde tu alma libre esté!.
¡Gracias papá, porque aunque hoy te extraño,
cada recuerdo alimenta mis días sin ti!.
¡Gracias Dios, tus planes fueron perfectos para mi!
Marcela Barrientos 16/06/2018 Copyright
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Argentina
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