Me despido diciendo que tal vez mi herencia es poca,
una pila de poemas amontonados en hojas sueltas,
que alguna vez soñé fueran eternos y sean vientos de cambio,
dueños de mi esencia y de mi corazón al desnudo.
Tal vez lo más valioso para mi sean mis libros,
centenares de ellos repartidos en toda la casa.
Ruego que de no quererlos los donen a una escuela rural
donde sean valorados como portadores de luz y guías.
No tengo riquezas, esas que se miden por valor económico,
no junte alhajas ni diamantes, ni nada de oro brillante.
Tan solo quise dejarle la Fe, el ejemplo de la humildad,
legado recibido de mis padres, fuentes de mi inspiración.
Me despido, fui lo que fui, un manojo de errores,
que intenté dar amor aunque no fuese entendida.
Mi herencia es poca o es mucha depende de la mirada.
¡Adiós, me despido, solo les pido que se amen y sean unidos!.
Marcela Barrientos 28/0972028 Copyright
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Argentina