Tu nobleza y generosidad
Mi madre siempre tuvo un corazón noble,
nunca dijo no, si alguien la necesitaba,
daba su tiempo, sus consejos y hasta dinero,
siendo refugio de parientes, amigas y vecinos.
Mi madre siempre tuvo un corazón generoso,
en su vida activa nos dio una mano en todo.
Hoy sus ojos no ven, ni su mente está clara,
pero a su modo es una guerrera y nos siente.
Mi madre, una mujer muy piadosa y sencilla,
me dio su corazón y su apoyo incondicional,
no necesitó parirme para amarme con fuerza,
me reconforta tener el privilegio de cuidarla.
Marcela Barrientos 05/05/2019 Copyright
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Argentina
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