Conocí a una persona que estuvo allí,
no era judío, era un joven esloveno,
junto a tres amigos logró escapar del cautiverio,
pasó por muchas privaciones y pérdidas.
Con una promesa llegaron a mi país los tres:
“de llegar vivos a donde fuere se harían sacerdotes”.
Así sucedió, los tres fueron curas en Argentina.
nunca contó sus dolores y angustias con muchos detalles,
hablaba del horror las privaciones, la huida necesaria,
su madre y una hermana que quedaban en Eslovenia.
Su testimonio era su ejemplo activo más que sus palabras.
su agradecimiento a estar vivo lo mostró en obras,
construyó una Capilla y una escuela en el barrio,
le gustaba la disciplina pero no era autoritario,
de una honestidad y sencillez para el manejo de la Parroquia,
le gustaba poner en público lo que recaudaba y se gastaba.
Le doy gracias al Padre Antonio Pintaric porque nada fue fácil en su vida,
y porque tras el dolor y la angustia de esos meses en Auschwitz
sembró Fe y esperanza dejando una obra en pie que pocos valoran,
siendo testimonio de que tras una amarga experiencia
se puede construir cosas buenas y útiles para los demás.
Marcela Barrientos 18/07/2019 Copyright
A 25 años del atentado a la AMIA
Derechos de Autora Reservados
Argentina
1 comentarios:
Hermoso recuerdo tengo del Pbro. Antonio Pintaric. Se podria decir que fue "un santito"
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