Una lágrima no basta
para llorar por sus olvidos,
aunque no sé si me olvidaron,
¿pueden los padres olvidar a sus hijos?.
Sé que no todos somos iguales
y tal vez ustedes sí pudieron hacerlo.
Y aquí no juzgo solo a mi madre,
porque la sociedad machista
culpa a las madres por el solo hecho de parir,
también hubo un padre que me engendró.
Una lágrima no basta.
preciso encontrar respuestas,
aquellas que cerrarían mi historia,
el capítulo inicial, donde presentan el origen.
Una lágrima no basta,
pues ya llevo derramadas varias,
pues me produce desazón no saber mis raíces,
aunque fui injerto de un árbol fuerte,
que me ayudo a crecer y ser una mujer de bien.
Entiendo, dirán que es lo que importa, lo sé,
pero hay algo que quiere encontrar mi savia.
Marcela Barrientos 05/07/2019 Copyright
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Argentina
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