REFLEXIONES EN TIEMPO DE CUARENTENA
DETRÁS DEL TELÓN
¿Se podría haber evitado todo lo que pasa?
Encerrados en casa me hago esta pregunta,
tanta información de la buena y de la mala
también me causan angustias y ansiedades.
Se habla de una guerra bacteriológica encubierta,
se habla de un “matadero de ancianos” desechables,
que ahora molestan porque hay que mantenerlos,
sin tener en cuenta que fueron trabajadores
que levantaron muchos países de post guerra.
Duele pensar que todo puede ser cierto.
Lo que si es cierto es que el planeta Tierra
obtuvo una ventaja de este desastre mundial
libre ya de su mayor contaminante, el hombre,
comienza a dar muestras de vida plena y limpia.
Paradojas, el planeta nos necesita encerrados,
y el miedo a morir nos enfrentó a nuestras miserias.
Pedimos muerte para bebés sin nacer como derecho,
les pedimos a los ancianos que se sacrifiquen,
que dejen de respirar así salvan a otros más jóvenes.
Si bien es loable toda la tarea médica que se realiza,
y valoro a los que sirven con vocación sincera y vital,
me pregunto: ¿es legal pedir esa inmolación a los abuelos?,
y encima morir en la completa soledad de un cuarto,
sin una mano amorosa que sostenga su último aliento.
Ciertamente, este coronado virus nos sorprendió,
nos hizo más vulnerables y nos mostró que no hay fronteras,
pero, ¿nos dejará alguna enseñanza o regresaremos peor,
con ganas de venganza, con más deseos de codicia sin paz?
Hoy estamos en casa, hoy tenemos tiempo para muchas cosas,
esas cosas que decíamos no hacer por falta de ocasión o cansancio,
ciertamente hoy hay otras excusas para no hacerlas, somos así,
inconformes, egoístas, irresponsables, carentes de valores humanos.
Elevo mis rezos para los que ya no están, los que partieron en silencio
y también para los verdaderos médicos, enfermeros y ambulancieros
que aún a riesgo de contagio se exponen a salvar vidas diariamente
sin tener en cuenta las edades, pues un anciano tiene derechos.
Marcela Barrientos 07/04/2020 Copyright
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Argentina
