Si la palabra se hace carne
el Alma no podrá alimentarse,
si se olvida la esencia real de las cosas
habrá tantas verdades como seres humanos.
La interacción entre "el ser y su entorno",
necesita un diálogo fecundo y profundo
donde la poesía surge como una luz en el horizonte.
En el silencio hay revelaciones místicas
que hacen del poeta un símbolo trascendente.
La mística acompaña el devenir dando sentido
a nuestro subjetivismo intuitivo dando luz.
La cultura ha perdido contacto con lo natural
siendo esa una herida que angustia al ser.
Volver las raíces, a lo esencial, es vital,
buscar lo que es universal sobre lo personal
es tan imprescindible como respirar.
Y la poesía es mediadora del sentir divino,
es la buscadora de lo divino y lo sagrado.
En nuestro camino de oscuridades y claridades
nos aferramos a esa búsqueda insaciable
que nos permita ser dueño de nuestros sueños
y así recuperamos el Alma Única tras la Aurora,
donde surgirán nuevos tiempos de eternidades.
Marcela Barrientos 10/01/2021 Copyright
Derechos de Autora Reservados
Argentina
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