Y en las noches de insomnio, sólo puedo contemplarte a ti, luna de ensueños.
Y en las noches de desvelos sos mi cómplice, mi confidente, la eterna compañera de noches cargadas de nostalgias.
Y en las noches en vela sólo estás tú, radiante, redonda, con una blancura brillante como testigo de tantas soledades silenciosas.
Y en las noches de vigilia sólo tú reemplazas tantas ausencias dando un poco de luz a mi alma nocturna.
Marcela Barrientos 09-01.2017 Copyright
D.R.A.
Argentina
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