En el abismo del silencio, la mudez se apodera,
la nada se expande, el vacío se hace eterno.
En la oscuridad perdida, el eco de lo olvidado,
resuena en la mente, como un lamento callado.
El eco de tus pasos se desvanece en la nada,
como el susurro del viento en la hoja acallada.
El vacío se hace eco, en la caverna solitaria,
donde la sombra baila con su danza funeraria.
La mudez se impone, la quietud es reina,
en el telar del olvido, se teje nuestra pena.
Lo perdido se busca en la bruma del recuerdo,
como un tesoro escondido entre lo incierto.
En el abismo del silencio, la vida se desvanece,
un suspiro perdido en la noche que enmudece.
Pero en la oscuridad, una luz me abraza
y en el vacío reina una escondida esperanza.
Así en la nada y el silencio, renace la vida,
una semilla scondida en la tierra fértil, que germina.
En el juego de opuestos, se encuentran el amor y el dolor,
en el ciclo eterno del universo, lo invisible tiene gran valor.
Marcela Barrientos 01-07-2024
Derechos de autora reservados
Argentina
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