Mi vida se mueve al compás del oleaje.
con días de olas suaves con sabor a paz,
con días de olas furiosas con sabor amargo,
olas de un vaivén rítmico de flujo y reflujo.
El oleaje que marca mi complejo devenir diario,
horas y deshoras, con vientos a favor y en contra,
bajo una luna que marean mis olas profundas,
un ascenso y descenso de sentimientos encontrados.
Mi inercia resiste tanto movimiento constante,
surfeando el oleaje de mis días imperfectos,
tempestuosos en la hondura y calmos en la superficie,
oleaje heterogéneo que tensan mis tiempos de soledad.
Marcela Barrientos 02/07/2019 Copyright
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Argentina
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