"Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa". (Juan 19, 26-27)
Amada Madre Celestial, Tu Hijo,
con su gran amor nos bendijo
y nos dio el eterno privilegio filial
de tenerte como Mediadora servicial.
Tu Sagrado Corazón que tanto ha sufrido,
hoy acompaña al enfermo y al desvalido
dando a tus hijos terrenales Consuelo
y tu intersección Real desde el cielo.
Tu Perpetuo Socorro maternal es guía
que nos acompaña cada noche y cada día.
Buscamos refugio bajo tu Manto materno
con la seguridad fiel de tu Auxilio Eterno.
Marcela Barrientos 15/08/2021 Copyright
D.R.A. Argentina
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