te perdiste en el exorcismo de la muerte
ni tu amigo Cortázar pudo convencerte,
la poesía te necesitaba viva, solo viva.
Eras "Buma" para tus padres, una flor,
pero nada te convenció de tu gran genio
aunque nadie puede negar tus intentos
de concretar con tus poemas abstractos
esa paz que tu alma jamás pudo lograr.
No necesitabas palabras, querías amor,
y hoy tus auténticas letras siguen gritando
pues cada verso es un infierno de locura.
Y si, "todos estamos heridos", lo sabías,
¿pero quién entiende la angustia ajena?
En un mundo egoísta, Alejandra, eres luz,
ya que supiste desnudar tu drama existencial.
Marcela Barrientos 14-08-2021 Copyright
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Argentina
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