El cacao, don divino
Tula, un pueblo tolteca,
fue bendecido por Quetzacóatl,
un dios generoso con su pueblo,
que creó un árbol muy especial
para que todos sus habitantes
fueran siempre fuertes y sabios.
Para este gran obsequio divino
contó con la ayuda de su esposa
que fertilizó el suelo con su sangre.
Esto dotó el color oscuro de sus granos.
También Tlaloc, dios de la lluvia,
donó su agua bendita para la planta.
A Xochitquétzal se le pidió
que la vistiera con hermosas flores.
Así se originó el riquísimo cacao,
árbol sagrado que nos brinda
su exquisito sabor a todo el mundo
y muchos de nosotros agradecidos
hacemos culto de tan delicioso regalo.
Marcela Barrientos 29/08/2022
FLOR DEL CACAO
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