Y las plantas siguen floreciendo como cada año
esperando que nuestro amor vuelva a renacer.
Ellas aún no saben que fue tan triste el desengaño
que nuestro rincón del jardín vacío ha de yacer....
Y los faroles siguen con su luz tenue iluminando,
el camino que supimos caminar juntos de la mano.
Ellos aún no saben que los pasos se fueron borrando,
y ya no hay huellas que nos señalen nuevos veranos.
Y aquel refugio para aquelos días de cielos lluviosos,
testigo de que el clima no empañaba nuestro sentir,
se fue quedando solitario,sombrío,vacío y silencioso
confiando que con buenos deseos se puede revertir.
MARCELA BARRIENTOS 09/05/2016 Copyright
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ARGENTINA
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