Cada año mis hijos me visitan por mi día,
llegan a casa con lindos obsequios valiosos,
con ganas de comer lo que de niños comían.
¡Qué lindo verlos todos juntos y tan cariñosos!
Cada año les digo lo mismo:"¿es éste mi único día?"
y ellos entre sonrisas se van dejando falsas promesas.
Unos se amparan en el trabajo y otros en la lejanía.
No saben lo invalorable que es una visita sorpresa.
Cada día del resto del año me siento sola esperando.
Cada día del resto del año preciso una simple llamada.
Cada día del resto del año me duermo triste y sollozando.
Cada día del resto del año continúo soñando esperanzada.
MARCELA BARRIENTOS 06/05/2016 Copyright
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ARGENTINA
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