cierro los ojos y vivo una aventura,
llevada de la mano de un libro mágico
mojada de ese ambiente nostálgico.
Noche de lectura, noche de lluvia,
quizás sea porque afuera diluvia
me acompaña dormido mi tierno gatito
que deja su costado salvaje e indómito.
Noche de lluvia, noche de lectura,
leer es un somnífero que conjura
y aleja tantas angustias de mi mente,
que siento que mi alma vuela libremente.
MARCELA BARRIENTOS 10/07/2017 COPYRIGHT
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ARGENTINA
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