- Alfonsina Storni (Capriasca, Suiza, 29 de mayo de 1892- Mar del Plata, Argentina, 25 de octubre de 1938) fue una poeta y escritora argentina del modernismo.
Sus padres, dueños de una cervecería en San Juan, regresaron a Suiza en 1891. En 1896, volvieron a Argentina junto con Alfonsina, quien había nacido durante la estancia de la pareja en el país europeo. En San Juan, concurrió al jardín de infantes y desarrolló la primera parte de su niñez. A principios del siglo XX la familia se mudó a Rosario (provincia de Santa Fe), donde su madre fundó una escuela domiciliaria y su padre instaló un café cerca de la estación de ferrocarril Rosario Central. Alfonsina se desempeñó como mesera en el negocio familiar, pero dado que este trabajo no le gustaba se independizó y consiguió empleo como actriz. Más tarde recorrería varias provincias en una gira teatral.
Publica sus primeros versos en las revistas Mundo rosariano y Monos y Monadas y tiene su primer desengaño amoroso con un hombre casado mayor que ella que la deja embarazada. Alfonsina, avergonzada, se refugia en Buenos Aires y da a luz a Alejandro el 21 de Abril de 1912; ella tenía 20 años.
Trabaja como cajera en una tienda y colabora en Caras y Caretas, entra a trabajar como corresponsal psicológico. En esa oficina dicta su primer libro de versos La inquietud del rosal, se lo enseña al poeta Felix B. Visillac que consigue que sea publicado. La revista Nosotros elogia el poemario y desd ese momento Alfonsina entra en el círculo literario de la revista. Se hace conocida y admirada, pero sigue teniendo problemas económicos. Es nombrada directora de un colegio y mientras allí trabaja escribe su segundo libro, El dulce daño.
Storni ejerció como maestra en diferentes centros educativos, y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista y, según la crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica. Otros dividen su obra en dos partes: una de corte romántico, que trata el tema desde el punto de vista erótico y sensual y muestra resentimiento hacia la figura del varón, y una segunda etapa en la que deja de lado el erotismo y aborda el tema desde un punto de vista más abstracto y reflexivo. La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos a los textos editados entre los años 1916 y 1925, y a partir de Ocre encuentra rasgos de vanguardismo y recursos como el antisoneto (soneto en verso blanco). Sus composiciones reflejan, además, la enfermedad que padeció durante gran parte de su vida y muestran la espera del punto final de su vida, expresándolo mediante el dolor, el miedo y otros sentimientos.7
_María Magdalena Dámasa Güemes de Tejada María Magdalena Dámasa Güemes de Tejada (Salta, 11 de diciembre de 1776 — ibídem, 7 de junio de 1866) , conocida popularmente como Macacha Güemes, fue una patriota argentina, hermana del general y luchador por la Independencia argentina Martín Miguel de Güemes, y una de sus principales colaboradoras.
Tuvo una destacada trayectoria pública en su provincia natal y en el ejército de gauchos de su hermano en el marco de la Guerra gaucha. Es reconocida como una de las más importantes mujeres de la Independencia argentina y de la provincia de Salta.
- Juana Azurduy Juana Azurduy Bermúdez (Toroca, Intendencia de Potosí, Virreinato del Río de la Plata, 12 de julio de 1780 - Sucre, Bolivia, 25 de mayo de 1862), fue una patriota del Alto Perú que luchó en las Guerras de independencia hispanoamericanas por la emancipación del Virreinato del Río de la Plata contra el Reino de España y asumió la comandancia de las guerras que conformaron la luego denominada Republiqueta de La Laguna, por lo que su memoria es honrada en la Argentina y en Bolivia.
- Lola Mora Dolores Candelaria Mora Vega de Hernández o Dolores Mora Vega, más conocida como Lola Mora (San Miguel de Tucuman o en El Tala, provincia de Salta según otras versiones, 17 de noviembre de 1866 – Buenos Aires, 7 de junio de 1936) fue una escultora argentina que además incursionó en el urbanismo, la minería y las artes visuales. Se destacó en espacios generalmente vedados a las mujeres de su época y fue la escultora argentina más halagada y discutida de los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Su obra más conocida es la Fuente de las Nereidas, denominada popularmente como Fuente de Lola Mora, un conjunto escultórico de mármol de Carrara que se inauguró el 21 de mayo de 1903 en el Paseo de Julio de Buenos Aires.2
- Rosario Vera Peñaloza Rosario Vera Peñaloza (Atiles, 25 de diciembre de 18721 o 1873 - La Rioja,2 28 de mayo de 1950) fue una educadora y pedagoga argentina.
Fue la menor de cuatro hijas. Quedó huérfana de padre a los 10 años de edad, y su madre falleció poco tiempo después. En La Rioja habían desaparecido las escuelas ―a raíz de la derrota del proyecto nacional federalista durante las Guerras civiles argentinas―, por lo que asistió a la escuela primaria en una escuela privada de las hermanas Villascuse, en la ciudad de San Juan donde residió en la vivienda de sus parientes próximos. Regresó a su provincia natal en 1884 (a los 10 años de edad). Su madre de crianza fue su tía materna Jesús Peñaloza de Ocampo. Ingresó en la Escuela Normal de La Rioja, que habían fundado ese mismo año Annette Haven y Bernice Avery, dos de las maestras estadounidenses traídas por Sarmiento. Allí realizó los estudios secundarios y cursó la carrera de magisterio (se recibió de maestra normal). Se trasladó a la ciudad de Paraná (provincia de Entre Ríos), estudió profesorado siendo alumna de Sara Eccleston, obteniendo el Título Superior de Enseñanza en 1894, a los 20 años de edad.
En esta ciudad litoraleña comenzó su ejercicio en la docencia; una sobrina suya, Veneranda, la acompañó en los primeros pasos de su labor docente, donde se destacó por su talento y su carácter enérgico aunque a su vez pausado.
En 1900 fundó el jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie de jardines fundados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Paraná.
En 1906 ―a los 32 años de edad― fue vicedirectora de la Escuela Normal de La Rioja. Al año siguiente (1907) se mudó a la ciudad de Córdoba, donde ocupó durante cinco años el cargo de vicedirectora de la Escuela Provincial "Juan Bautista Alberdi".
Entre 1912 y 1917 fue directora de la Escuela Normal n.º 1 de la ciudad de Buenos Aires, donde sustituía a cualquier profesor que faltara.
Fue nombrada inspectora de las escuelas municipales.2 Dictó cátedras de pedagogía y matemática en la Escuela Normal del Divino Maestro, incorporada al profesorado de Lenguas Vivas.
Recorrió Argentina impulsando la enseñanza, dictando cursos y conferencias y transmitiendo las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas. Participó también del Primer Congreso Patriótico de Señoras en América del Sud, realizado en mayo de 1910 en la ciudad de Buenos Aires.
LAS MUJERES DE LA REVOLUCIÓN,EDUCADORAS Y ARTISTAS
Virreinato del Río de la Plata, época de la independencia,
mujeres valientes acompañan la lucha de la emancipación.
Macacha Güemes y Juana Azurduy patriotas de la Revolución,
Esposas y madres que no miraron la historia con indiferencia.
Macacha, hermana de un caudillo, a pesar de las limitaciones
que su género imponía en aquellas épocas, no dudo en actuar.
Juana, junto al mismo caudillo,Teniente Coronel por sus acciones
Sus convicciones la hicieron una heroína para su nombre perpetuar.
Tras la independencia, algunas mujeres quisieron demostrar sus derechos,
y salir de la rutina de ser simples ama de casas ,madres y mujeres sumisas.
No estaba en contra de ello, pero también querían ser mujeres de provecho,
Así Rosario Vera Peñaloza, afanosa educadora, no duda de lo que el país precisa.
Su vocación la lleva a diferentes partes del país con la premisa de educar.
Asimismo, nuestra famosa Lola Mora, la primera que se animó a ser escultora
Y se permitió brillar en el arte de tal manera que su obra no va jamás a caducar.
Y si hablamos de poetas feministas, en Alfonsina Storni tenemos a su defensora.
Una infancia algo triste, fue actriz, maestra rural ,y escritora ya en Buenos Aires.
Ser madre soltera, era un estigma en aquellos años que ella sobrellevó con coraje.
Su enfermedad terminal determina que se quite la vida, tal vez su único desaíre
Cada una de estas mujeres argentinas y otras más hoy merecen nuestro homenaje.
MARCELA BARRIENTOS 08/11/2017 ©
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