ACTUAR PARA CAMBIAR

ACTUAR PARA CAMBIAR Niños de la calle, futuros inciertos, y no digo perdidos, pues aún hay esperanza. Mi padre tuvo que salir de niño a la calle, dejar la escuela, salir de lustrabotas. Con sólo ocho años y una familia, donde era el único varón de varias hermanas. No es lo que debería suceder, no es lo lógico, ningún niño debería ser privado de la infancia. Pero milenios de humanidad nos confirman que en todas partes del mundo existen, enfrentando peligros en vez de jugar, exponiéndose a aprender a delinquir en vez de aprender en una escuela. Muchos de ellos con familias con problemas, tal vez no fue la misma situación de mi padre, ya que su madre lo hizo un hombrecito de bien, y la necesidad lo llevó a tener que trabajar. Ojalá tuviera las palabras mágicas que solucionen este flagelo, porque no es mi país, es el mundo, no es el gobierno actual, sino que es una herencia que ningún político ha podido o querido afrontar. En mis letras abro la posibilidad de una salida, a pesar de la angustia que me da el narcotráfico, cuyos jefes hacen de estos niños su objetivo. No les importa que terminen muertos, es su negocio. Niños de la calle, futuros inciertos, víctimas de sus familias y de la sociedad que conservan sus miradas tristes y soñadoras, porque ellos sueñan, en sus caritas hay sueños, hay una necesidad de creer y es lo que debemos potenciar, no todo esta perdido, si logramos al menos no corromperlos. ¡No le demos la espalda, no busquemos culpables, no digamos solo palabras si podemos ayudar a alguno! Marcela Barrientos 30/05/2018 Copyright Derechos de Autora Reservados Argentina