Uno de los misterios más bellos
ocurre en el cálido vientre materno,
durante nueve meses se forma un ser,
al que dará a luz a veces con dolor intenso,
una nueva vida original, única y maravillosa
aunque jamás se rompe ese lazo especial
que dura a través del tiempo con los hijos.
Ese milagro de convertirse en madre,
de alimentarlo, verlo crecer a diario
convierte a la mujer en auténtica creadora.
También se da a luz con el corazón
cuando acepta y se compromete por amor
a criar, educar y proteger un hijo adoptado
para construir el sueño de una familia.
Ambas formas de dar a luz hablan bien
de la pureza de sentimiento de una mujer
que sabe que los hijos cambian la vida,
que empiezan a tener sentido muchas cosas.
Es una entrega que no tiene horas ni días
que jamás tiene vencimiento, aún en la eternidad.
Marcela Barrientos 08/05/2018 Copyright
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Argentina
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