Aunque extrañe...
Aunque extrañe nuestras
agradables charlas diarias,
me acostumbré a tu silencio
llenándolo de recuerdos.
Es muy tarde para olvidar
lo que han significado para mi
esas conversaciones largas,
que marcaron un antes y después.
Fue triste acostumbrarme
a no compartir mis días,
pero tu silencio es fecundo
y hasta es musa de mis letras.
Desde dónde estés, quisiera que sepas
que tu consejo lo llevo muy adentro,
y que hoy escribir llena ese vacío
respetando el silencio de tu exilio.
Marcela Barrientos 24/01/2019 Copyright
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Argentina
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