Nada enriquece más que
enfrentar desafíos literarios,
aún más si se hace a través de retos
que nos ayudan a conocer colegas.
Escribir, escribir, escribir,
lo que el alma siente,
lo que los ojos lloran,
lo que la mano quiere.
La magia de las letras tienen el poder
de unir en un dueto nuestras confidencias
y nos permiten sacar lo que sentimos
compartiendo una poesía en común.
Plasmando letras,
aceptando desafiós,
compartiendo tiempos,
encontrando amigos.
Dos estilos, dos ideas , dos identidades,
dos pensamientos, dos poetas irrepetibles.
Un poema, híbrido de emociones conjuntas
que enaltecen dos almas en un mensaje coincidente.
Y a la vez, el aprendizaje
y el crecer, compartiendo tinta,
con poetas de lustre
en un certamen de letras.
Marcela Barrientos
Eduardo A. Sobral.
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