La historia de la humanidad nos enseña
como muy lentamente la mujer trató
de conseguir su espacio en la sociedad.
Aún así seguimos siendo víctimas
de abuso y discriminación por ser mujer.
¿Dónde está la diferencia entre los sexos,
más allá de lo meramente físico o psicológico?.
¿Acaso no son esas diferencias complementos
para poder construir una familia en primer instancia?.
Lejos de las barbaries de los siglos oscuros
donde era natural condenar a la mujer a la nada misma,
reducida a lo mínimo importante para el machismo:
ser el útero que conciban sus hijo aún bajo abuso,
tratadas como mercaderías, violadas y mancilladas.
Aún así hubo mujeres valientes que salieron de ese papel,
mujeres que fueron marcando hitos como Olympe de Gouges,
que se atrevió a escribir tras la Revolución Francesa
la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.
Porque no somos distinta en la naturaleza humana
y colaboramos en la creación de vida desde nuestro vientre.
Porque somos independientes y capaces de decidir por nosotras,
ya no dependemos de lo que decidan por nosotras.
Porque seguir abusando de nuestros derechos
habla de una sociedad enferma que busca excusas
para no cumplir con las leyes que nos amparan.
Decididas a decir :¡Basta,ya!, respeten nuestros derechos
no somos menos ni más, somos distintas e iguales,
somos mujeres, integrantes activas en la historia de la humanidad.
Marcela Barrientos 04/02/2019 Copyright
Derechos de Autora Reservados
Argentina
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