Todos los días somos mujeres,
sin importar que actividad
estemos haciendo en ese momento.
Esa esencia merece ser respetada:
en la casa, en el trabajo, en la calle.
A diario se violan nuestros derechos,
por cuestiones culturales, o por violencia.
Erradicar la discriminación por género
es una tarea que hace siglos nos empuja.
Sin violencia, sin perder nuestra naturaleza,
sin creernos más, sino simplemente iguales.
Valorarnos y hacernos respetar es nuestra lucha.
Nuestro compromiso y entrega a diario nuestra arma.
No hay nada más eficaz como ser una misma
en las acciones diarias como ejemplo de femineidad.
Marcela Barrientos 04/03/2019 Copyright
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Argentina
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