En su última carta, dirigida a su hermano Nicanor, escribió, entre otras cosas: «Yo no me suicido por amor. Lo hago por el orgullo que rebalsa [sic] a los mediocres».
Violeta, la agradecida a la vida
que aunque le había dado tanto,
no encontró aquello que buscaba
y eligió partir tras el vacío que no llenó.
Te llevaste tus íntimos secretos contigo,
ni millones de libros podrán explicar el motivo
de tu drástica decisión de suicidarte en tu plenitud.
Hoy el mundo te rinde miles de homenajes
y muchas de tus canciones son himnos universales.
Tu vida fue tan rica y tu legado cultural reconocido
ya que cantaste “a la diferencia”, a lo social, al pueblo.
Tuviste claros tus ideales políticos y los luchaste
en lo que mejor sabías, tu canto como denuncia.
Marcela Barrientos 16/10/2019 Copyright
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Argentina
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