Diste tanto en vida, siempre generosa y de manos tendidas. Una palabra se repite en mi oído: "gracias". Esa palabra que nos decías todos los días, cuando los agradecidos debemos ser nosotros.
Gracias Dios porque me diste una gran madre, una madre que jamás pidió nada a cambio ni echó en cara lo que daba.
En tus manos había seguridad, protección, comida exquisita, un Rosario para rezar, en fin, siempre una mano tendida.
Eras alegre, te gustaba viajar, recordabas las fechas importantes de todos.
Solo la ceguera y posterior Alzheimer pudo parar todo lo activa que eras. Y te rebelabas al principio, no querías depender de nadie. Hasta que tal vez resignada te entregabas a los días rutinarios, te dejabas cuidar, siempre con un "gracias".
Un mes sin ti, mi primer año sin festejar juntas el día de la madre.
Te quiero mamá, estarás siempre en mi ❤️.
19/10/2019 Copyright
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Argentina
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