TU IMPIEDAD

TU IMPIEDAD
Ella que se marchó sin quererlo,
pues su vida le fue arrebatada
dejándome sola, desesperada.
regresa en las alas de una mariposa
es en ella que mi imaginación te evoca.
Aún recuerdo ese día trágico,
un segundo fatal, huella eterna,
que quitó la inocencia de mi alma.
Tu impiedad solo ve un deseo satisfecho,
tu odio mató a mi madre con violencia,
y mi vida de niña quedó marcada para siempre.
Tu impiedad te cegó, tu brutal instinto asesino
no te permitió ver más allá de tu necedad.
Hoy no hay día que no extrañe su presencia,
que no tenga pesadillas de aquel día fatal.
Cada vez que regresabas, mamá temblaba,
se sentía indefensa y aún así me protegía,
veía su rostro de alivio cuando te alejabas,
había logrado sobrevivir un día más a tu furia.
Esos días me abrazaba, tal vez sabía en su corazón
que ese era el único recuerdo que me dejaría
si cumplías tu promesa de matarla algún día.
Egoísta, impiadoso, no veías más allá de ti,
nunca pensaste que no solo matabas a mi madre,
matabas mi inocencia , ensangrentabas mi infancia.
¿Emoción violenta?- con eso te justificas ante un juez,
y yo que estoy aquí aunque tú hayas ignorado mi sentir
pues su ausencia me pesa cada día desde que no está,
yo te digo a la cara que ninguna justicia humana
podrá jamás devolverme al ser que mi dio vida,
a la voz que me cantó canciones para dormir,
a la mano que me acariciaba y me bañaba.
Hoy extraño hasta sus retos por mis travesuras.
Tu impiedad mató su cuerpo pero jamás su alma,
ella mora en mi corazón y en cada rayo de sol,
ella me dejó en cada abrazo un pedacito de su ser.
Ella regresa a mi en una mariposa y me revolotea,
extiende sus alas libres de tu odio y regresa a mi.
Marcela Barrientos 01/03/2020 Copyright
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Argentina