EL REGALO
Querida Margarita, tu cara vino a mi mente y con ella los
recuerdos de haber ido a tu casa un par de veces o te veía en la Misa en tu
silla de ruedas.
Vivías con tu madre anciana hasta que ella falleció y un
hermano comenzó cuidarte.
Recuerdo tu sonrisa, tu amabilidad y tu regalo tan especial.
Te habías enterado que me casaba y con tus manos tullidas
por la artrosis me enviaste por medio de una amiga en común una almohada roja
en forma de corazón hecha por ti con tanto amor.
Fui a agradecerte…años más tarde me enteré que partiste pero
queda el regalo en mi corazón.
Marcela Barrientos 05/09/2020 ®©D.R.A. Argentina
0 comentarios:
Publicar un comentario