Volvamos a la casa de Aylén y Thiago los dos hermanos que estaban en cuarentena con sus abuelos, Dora y José.
Una noche los padres debieron trabajar por lo que estarían solos los cuatro para cenar.
Todo hubiera estado bien sino hubiese sido por el corte de luz que los dejó a oscuras toda la noche.
Sin ninguna de las distracciones eléctricas la abuela de repente dijo:
- Creo que hay un alebrije en la cocina que nos va acompañar esta noche.
Los nietos asombrados preguntaron qué era eso.
Y cuando el abuelo iba a responder salió una criatura rara mezcla de gallo con cuernos pequeños como los toros, de plumaje brillante.
Muy sorprendidos, los hermanos hablaban a la vez, preguntando tantas cosas que no se entendía.
El abuelo José les dijo que se tranquilicen y que ya iban a entender porque estaba allí.
Y si su aspecto era extraño más lo era su voz ya que sonaba a gallo pero emitían palabras.
Y esto les dijo:
- Aylén y Thiago, he venido para acompañarlos en esta noche de oscuridad. Y, ¿saben que vamos hacer?...
-No, no... titubearon los dos.
- Pues los cinco inventaremos cuentos donde seamos los protagonistas. Uno cada uno...
-Genial - dijo el abuelo José- y saben qué... yo comenzaré.
La noche fue infinitamente fantástica, llena de locas historias y muchas carcajadas.
¡ Qué importa si no hay luz, la diversión no se acaba... más aún si un alebrije en tu casa!
Marcela Barrientos 10/04/2021 Copyright
D.R.A. Argentina
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