Ficciones
Esa mañana le dije a Julieta que no debía salir, presentía que algo podria pasarle.
Intenté convencerla con argumentos hasta científicos y mis experiencias personales.
Y ya sabemos que es imposible que alguien tan testarudo cambie de opinión.
A pesar de todo sentí algo de esperanza y abrí el libro justo en la página donde quedé, solo para darme cuenta que Julieta jamás cambiaría porque el destino lo habia escrito otro autor.
Nuestra charla fue en vano.
A partir de ahora ya no me meteria en la piel de ningún personaje.
Marcela Barrientos 16-04-2023
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Argentina
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