En el eco de un suspiro que se desvanece en la brisa,
se despliega el manto de la despedida, amarga y dulce a la vez.
Hoy un alma joven alza vuelo hacia morada eterna,
y aunque su cuerpo se despide, su esencia vibrante perdurará sin fin.
Sobre las alas del recuerdo, su voz poética resuena,
en cada verso y estrofa que ha dejado como legado valioso.
Hoy nace una leyenda, tejida con hilos de su arte, inmortal e imperecedera,
un joven poeta que se transforma en eterno guardián de nuestras almas peregrinas.
En el firmamento de la inspiración, un ángel nuevo se alza,
recibiendo el nombre de aquel que supo encender corazones con la pluma.
Su luz iluminará senderos aún por descubrir,
brindando consuelo y esperanza a todos los buscadores de la belleza en las palabras.
Así, nos despedimos con gratitud y amor en el pecho,
sabiendo que su espíritu seguirá danzando en la melodía del universo.
Hasta siempre, joven poeta, tu memoria es eterna,
y en cada nuevo amanecer, tu presencia será sentida, tus versos celebrados
Marcela Barrientos 08/05/2024 D.R.A.
ARGENTINA
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