Titulo: El cuarto del rescate
En el Cuarto del rescate yace Atahualpa,
prisionero de la avaricia y la traición,
su dignidad humillada, su corazón roto,
mientras el oro reluce en cada rincón.
Las paredes de piedra lo observan con desdén,
testigos silenciosos de su sufrimiento,
las cadenas retumban en la fría penumbra,
su alma noble se consume en el tormento.
El brillo del metal no puede consolarlo,
ninguna riqueza vale su libertad,
su pueblo llora en silencio su desgracia,
ningún oro valió tanta deshonra y maldad.
Atahualpa, prisionero de su grandeza,
sus ojos reflejan la tristeza profunda,
su espíritu lucha por mantener la fortaleza,
aunque su cuerpo se debilite en la confusión.
En el Cuarto del rescate, en medio de la opulencia,
Atahualpa es un prisionero de la ambición,
su espíritu indomable, su resistencia,
aunque su destino esté marcado por la traición.
¡Oh noble Atahualpa, no estás solo en tu dolor,
tu valentía resuena en cada rincón,
aunque el oro brille en esta oscura prisión,
tu luz interior nunca será vencida por la traición!
Marcela Barrientos 01/05/2024
Derechos de autora reservados
Argentina
N. de R.: Grcias a la colaboración del escritor de Cajamarca, Perú, por esta aclración hacia el nombre de Atahualpa: "Felicitaciones, Marcelita, y gratitud por dedicar tus versos a nuestro Inca Atabalipa, que los invasores "renombraron" Atawalpa (uno de sus afanes era aplicar H, Z y otros detalles propios del idioma español o castellano y así deformar el kechwa, procurando que se esfume a punta de deformarlo. Me gustó tu poema."
0 comentarios:
Publicar un comentario