Madre, tanto amor nos has brindado
que hoy lastima verte ciega y dispersa,
tu mente viaja y aterriza miles de veces,
nos haces reÍr, o te enojas, ¡qué importa!
Nos preguntas el nombre, nos besas las manos
nos dices gracias
cada vez que te atendemos,
en tus momentos
lúcidos nos haces preguntas
y en los otros divagas en el pasado con tu mente.
Madre, sientes que debes decir ese secreto guardado
tantos años te pidió papá que escondas la verdad
que tal vez sientas en el fondo que me has dañado
y hoy liberas la historia de tu vientre vacío y corazón
lleno.
Marcela Barrientos 13/12/2017 ©
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Argentina
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