Por un simple regalo tú me diste algo mejor
una franca sonrisa que me lleno el alma.
Y no sé quien recibió más recompensa
al ver tu genuina alegría en tu rostro.
Tantos niños ricos con desdén inconformes
y tú sin abrirlo contagias tu entusiasmo.
Por un simple regalo encontré la verdad
que hay tras el mensaje de la Navidad,
y sentí como si un coro cantara ¡Aleluya!
pues descubrí que yo nada te dí,al contrario,
tú me diste un motivo de festejo distinto
lo vi en tu dulce carita de franca felicidad.
Por un simple regalo comprendí que Jesús nacía
en ese gesto tan simple, tan fácil de realizar
si creemos que Él nació como esta niña pobre
sin que nadie tuviera un lugar para su llegada
y acomodaron a su Madre en un sencillo Pesebre
era allí donde se encontraba la verdadera magia.
Marcela barrientos 18/12/2017 Copyright
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Argentina
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