Camila era una niña de diez años que amaba leer antes de dormir cada noche. Su ritual era acostarse temprano para poder leer una hora diaria. Esa noche empezaba un libro muy especial
Se trataba sobre viajes a lugares que no conocía y su protagonista, una niña como ella, tenía una bicicleta voladora que la llevaba a recorrerlos en corto tiempo.
Rápidamente se le pasó su hora de lectura por lo que a desgana apagó la luz para poder dormir. Y a pesar de su curiosidad sobre como terminaría el libro logró dormirse.
¡Qué noche tan rara y linda a la vez!. ¡Camila no estaba en su cama…ni siquiera en su casa!.
Era extraordinario verse en un Safari en Sudáfrica, ver las jirafas, los monos, cebras, aves, todo lo que había visto en un documental con su madre.
¡Era tan real que no se dio cuenta cuando un remolino la transportó en su bicicleta a París, anonadada se vio caminando cerca de la Torre Eiffel y lo más fantástico entendía francés!. Era más bello de lo que contaban las páginas del libro.
Finalmente su bicicleta la trajo hasta nuestras hermosas Cataratas del Iguazú.Camila se impresionó tanto de su exuberancia, las coloridas aves, el arco iris que atraviesa los Saltos.Una joya que aún conserva su encanto natural.
El despertador sonó. ¿Entonces todos los viajes habían sido un sueño que continuaban la historia que estaba leyendo?. ¿Pero puede un sueño ser tan real que incluso volaba en una bicicleta?. Ciertamente no había nada irreal en lo que vivió, pero ahora estaba en su casa nuevamente.
Sin respuesta cierta se levantó, se preparó para ir a la escuela con la ansiedad de volver para seguir leyendo ese misterioso libro que verdaderamente la transportaba más allá de la imaginación.
Marcela Barrientos 14/11/2018 ©®
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Argentina
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