Noche estrellada, la luna engalanada,
mi gato fiel y yo tendida sobre el tejado,
sonrió instintivamente, una noche relajada,
sin angustias que me lleven al lejano pasado.
¡Y es que no hay nada como una noche silente,
apostar a esos recuerdos que me sacan una sonrisa
y acompañada por mi felino secuaz y confidente
tranquila, conectada al universo, y sin ninguna prisa!.
Quiero más noches como esta en el futuro,
abandonar el dolor,todo lo triste y lo negativo
ver el lado brillante del mundo y su claroscuro,
confiar en la nocturna energía positiva es el objetivo.
Marcela Barrientos 17/06/2019 Copyright
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Argentina
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